Las películas negativas de cámara son comercializadas actualmente sólo por Kodak y Fuji. Ambas compañías ofrecen una variedad de materiales para distintos tipos de trabajos cada uno con sus particulares características. Las emulsiones de grano fino tienen mejor resolución, pero son menos sensibles a la luz; las de gran sensibilidad en cambio tienen mayor granulosidad. De otro lado, con independencia de la sensibilidad, las emulsiones vienen equilibradas para luz día -5500 K- o para luz de tungsteno -3200 K-; con una película de tungsteno, la emulsión tiene menos respuesta a la energía de la luz azul de la que tiene a la de la luz roja; esto significa que para producir una imagen neutral bajo luz de tungsteno se requieren capas sensibles al azul más extensas. Las películas de luz día tienen capas sensibles al azul más pequeñas dado que la luz del día tiene más energía en el espectro del azul que la de tungsteno. Esto se traduce en una respuesta espectral más uniforme y es la explicación a por qué las películas de luz día se comportan mejor con temperaturas de color mezcladas que las de tungsteno. Las películas de luz de tungsteno se pueden emplear en condiciones de luz día usando un filtro 85 o Fuji LBA-12 -corrigiendo la abertura en 2/3 de punto- en la cámara y las de luz día pueden usarse con luz de tungsteno colocando un filtro Wratten 80A o Fuji LBB-12 -corrigiendo la abertura en dos puntos-. Algunos negativos de cámara tienen una gamma reducida que aumenta su latitud al estar diseñados para su transferencia a vídeo. Todas las películas negativas llevan el mismo tipo de procesado químico y, en teoría, pueden intercalarse en montaje escenas o planos rodados con una y otra sin grandes problemas. Sin embargo existen ligeras diferencias en calidad de imagen, rendimiento cromático y respuesta a las distintas condiciones de iluminación, lo que lleva a los operadores a elegir uno u otro dependiendo del tipo de producción y situaciones. Antes de iniciar cualquier rodaje se realizan pruebas con distintos tipos de emulsión.
Las películas reversibles son, al igual que las negativas, películas de cámara. Tienen una gamma mucho más acusada que el negativo -mayor contraste- y son de sensibilidades menores. Proporcionan colores muy saturados. Su latitud es más reducida frente a las de negativo y por lo tanto su exposición debe ser muy precisa. Durante largo tiempo las únicas emulsiones reversibles disponibles eran para el formato de
Las películas intermedias son películas de laboratorio destinadas a hacer interpositivos e internegativos, así como efectos ópticos -encadenados, fundidos, etc.- y títulos de crédito. Tienen una gamma unidad de modo que el contraste de la imagen permanezca inalterado en el proceso de duplicado. Al igual que el negativo de color, tienen un enmascaramiento integrado de copulantes de color para mejorar la saturación. Las dos fases del proceso de duplicado, interpositivo e internegativo son transferidas luego a película de copia. El copiado a partir de un internegativo da un positivo y el copiado a partir de un interpositivo da un negativo, excepto en el caso de películas reversibles.
Las películas magnéticas son materiales destinados a la transferencia del sonido de las cintas grabadas con las mezclas finales en el estudio. Kodak fabrica dos tipos de película magnética: la más moderna es
Las películas de copiado son películas de laboratorio que tienen una estructura de capas de orden distinto al de las películas de cámara -negativas y reversibles-. Son películas diseñadas especialmente para producir copias de proyección de calidad. También son de sensibilidad menor que las películas de cámara lo que requiere luces de positivado intensas, pero a cambio producen unas imágenes de grano fino. Existen dos tipos: las de alto contraste destinadas a exhibición en salas de cine, y las de bajo contraste destinadas a copias para telecine.
Como se ha indicado, los positivos de proyección rinden un contraste más alto -gamma más alta- y una mayor saturación que los negativos de cámara, a costa de sacrificar algo de la resolución que es capaz de obtener el negativo; la razón estriba en que es necesario combatir las pérdidas luminosas ocasionadas en la proyección. Los positivos para telecine tienen un contraste menor para no alterar la gamma general de los sistemas de vídeo y televisión, y al utilizarse positivos se eliminan los posibles efectos de ruido en las altas luces -zonas oscuras del negativo- ocasionados al telecinar negativos por su mayor densidad de azul y la menor sensibilidad a dicha gama cromática de los CCDs de los telecines.
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