sábado, 2 de junio de 2007

VistaVision

Aunque sus orígenes son de un formato de rodaje espectacular, su configuración especial hizo que no tuviese una gran aceptación; a diferencia de los formatos tradicionales, el VistaVision utiliza película en horizontal, tal y como hace la fotografía de 35 mm, lo que permite un fotograma mucho más grande que los tradicionales -de orientación vertical-. La imagen se asemeja en dimensiones a la tradicional fotográfica de 24X36 mm, aunque las dimensiones del VistaVision son de 25,15X37,97 mm, con una relación de aspecto ajustable y con un paso de 8 perforaciones -doble velocidad de la película, y doble consumo-. El paso a positivo de proyección necesitaba de una copia óptica con reducción a un formato tradicional de orientación vertical. En la actualidad, ha quedado relegado a su uso como formato para efectos especiales ópticos -trucas-.

Los formatos cinematográficos llamados anamórficos son otra opción a la hora de generar imágenes con elevadas relaciones de aspecto sin disminución de la altura del fotograma. La solución para registrar una imagen muy alargada en un fotograma más cuadrado es, obviamente, la compresión de dicha imagen; este proceso, realizado por una óptica especial, recibe el nombre de anamorfización o anamorfizado. Así, la imagen registrada está comprimida en horizontal, y tiene una relación de aspecto real superior a 2:1. En la proyección será necesario utilizar un objetivo que desanamorfice las imágenes. He aquí algunos ejemplos:

Cinemascope: desarrollado en 1953, es el más conocido entre este tipo de formatos -que se denominan, por extensión, escópicos-.
Utiliza lentes anamórficas con una relación de aspecto de 2,35:1, aunque el fotograma de registro tiene unas dimensiones de
21,94X18,59 mm y un paso convencional de 4 perforaciones.

Cinerama: desarrollado en 1952, tenía un fundamento más complejo que el Cinemascope. Utilizaba tres películas simultáneamente,
en rodaje y en proyección, con orientación vertical y un fotograma anamórfico casi cuadrado de 25,30X28,35 mm -más alto que ancho-,
relación de aspecto de 2,65:1 y un paso de 6 perforaciones. Los elevados costes y la complejidad de la proyección, con tres imágenes
cosidas en pantalla, limitaron muchísimo su utilización.

Todd-AO: este formato, de 1955, era anamórfico en proyección. Como formato de rodaje utilizaba película de 65 mm con lentes
esféricas y una relación de aspecto de 2,21:1 y paso de 5 perforaciones; en proyección, se reducía y anamorfizaba sobre positivo de 35
y paso de 4 perforaciones, con relaciones de aspecto entre 2,21 y 2,35:1.

Con la llegada de las técnicas digitales aplicadas al cine, se ha empezado a considerar la sustitución de los sistemas tradicionales de proyección por sistemas de proyección digital. El principal argumento esgrimido por los defensores de la proyección electrónica es la rápida merma de calidad de las copias de exhibición en los cines que, tras un par de proyecciones, comienzan a verse sucias, rayadas, borrosas, etc... En muchas ocasiones esto no se debe tanto a la copia como a un proyector en pésimas condiciones.

Sin embargo ha de hacerse hincapié en el hecho de que los sistemas de proyección digital tienen una resolución máxima de 2048X1536 puntos y la televisión de alta definición de 1920X1080, de modo que ninguno de los dos puede batir aún la resolución de película de 35 mm de 4800X4800 líneas por pulgada. Por ello una serie de técnicos de la industria, apoyados por diversas compañías, se han lanzado a desarrollar nuevos formatos cinematográficos que mejoren en lo posible el aspecto de los formatos actuales y que además resulten más económicos. Estos nuevos formatos son el MaxiVision, el MultiVision 235 y el Univision. Los dos primeros se hallan aún en fase experimental, mientras que el tercero se ha empleado ya en varias producciones

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