sábado, 2 de junio de 2007

3.3.1. Primeros sistemas de edición no lineal.

A finales de los años '60 y principios de los 70, comenzaron a surgir tecnologías que podían utilizarse para intentar incorporar las herramientas del montaje en cine al entorno de la cinta de vídeo. El primer sistema de edición no lineal electrónica fue un sistema híbrido que utilizaba cinta de vídeo, un ordenador, y técnicas de grabación analógica; era único y fue bastante revolucionario. Se trataba del CMX 600 y fue presentado en 1972. La película era transferida a cinta de vídeo de 2", y luego a unidades de disco de ordenador -de seis a doce- de 40 MB cada uno, una enorme capacidad para la época, modificados para almacenar vídeo analógico,. Este sistema se denomina híbrido puesto que no se puede acomodar en ninguna de las tres generaciones de editores no lineales que ha habido. El CMX 600 fue innovador y ofrecía acceso aleatorio a todos los cuadros almacenados en los discos, aunque sin una gran calidad de imagen. El sistema tenía gran limitación en la capacidad de proceso, y una considerable pérdida de calidad tras sucesivas generaciones. Podía almacenar 5 minutos de vídeo en cada disco sumando un total de una hora entre los doce discos.

Durante mucho tiempo no hubo avances en la edición no lineal, pero el paso estaba dado y la constante presión para reducir los tiempos en la elaboración de los programas hizo que se siguiera experimentando para finalmente surgir una serie de sistemas que intentaban unir los aspectos no lineales del montaje de cine con la automaticidad de la edición en cinta de vídeo. Estos sistemas constituyeron la primera generación de sistemas no lineales y estaban basados en cinta de vídeo: eran no lineales pero no disponían de acceso aleatorio. Debido a que utilizaban cintas de vídeo, el acceso al material seguía siendo secuencial.

A principios de 1984 se incorporaron las prestaciones de la edición no lineal a la edición electrónica off-line sobre cinta. El principal objetivo era ofrecer la misma flexibilidad creativa a la que el montador de cine y el cliente estaban acostumbrados en los proyectos que se montaban en película. Para el editor, la edición no lineal off-line en cinta de vídeo suponía una oportunidad para experimentar ideas y hacer cambios, sin preocuparse de las pérdidas por generación o el manejo de listas de edición. Para el cliente, ofrecía la posibilidad de hacer cambios fácilmente sin la preocupación sobre su dificultad y su coste.

En 1984 apareció el Montage Picture Processor. Después aparecieron Ediflex, en 1985, y Touchvision en 1986. Cada sistema ofrecía un entorno de usuario y un método de trabajo diferente, pero con la misma filosofía. Del método de edición en vídeo, esta primera generación de sistemas conservó la posibilidad de ver algunos efectos visuales. El objetivo principal de los sistemas basados en cinta es obtener una edición no lineal mediante el uso de múltiples máquinas. El fundamento es simple: si se tiene una cinta que contiene muchas tomas a las que es necesario acceder rápidamente, se pueden hacer varias copias de esa cinta. Si las copias se introducen en varias máquinas a diferentes, se puede reproducir una secuencia de tomas más rápidamente que con una sola cinta y un solo magnetoscopio. Una secuencia se crea asignando una toma diferente a cada máquina y reproduciendo la toma en el orden deseado.

El material se seguirá buscando secuencialmente, pero se reducirá el tiempo de acceso al mismo: mientras una máquina reproduce una toma, otras están buscando el material que se reproducirá en las siguientes tomas. De esta forma, la edición puede seguir de manera no secuencial. No se realiza la edición en el orden definitivo hasta que el editor esté satisfecho con el orden de tomas elegido.

Todos los sistemas utilizaban un conjunto de magnetoscopios que, según el sistema utilizado, podían ser de formato diferente. Montage y Ediflex usaban cintas VHS -1/2"-, mientras que Touchvision inicialmente utilizó VHS pero también se ofrecía en cinta de 3/4". El proceso de edición comenzaba con una transferencia a cinta de vídeo o repicado del material original grabado, o telecinado del conjunto de rollos filmados. El material en esta cinta se copiaba luego a varias cintas de video. Los sistemas ofrecían de 6 a 24 máquinas, siendo 12 una combinación habitual. La teoría de operación es simple: teniendo idéntico material en todas las máquinas, sólo se alteran las órdenes dadas a cada una de ellas. Supóngase un sistema que está configurado por 12 máquinas VHS y se está creando una secuencia con 10 tornas. Como el mismo material está duplicado en cada cinta, el sistema puede fácilmente encontrar la primera toma en la máquina 1, la segunda en la máquina 2, y así sucesivamente. Después de que el editor haya elegido los puntos de entrada de cada toma, las diez máquinas trabajarán en serie, reproduciendo desde sus respectivos puntos de entrada; cada toma es entonces leída en su momento y la secuencia puede ser visionada completamente. Como el número de máquinas empleado era limitado podían surgir problemas de colapso o trafficking, con el resultado de ver la pantalla en negro indicando el lugar donde debería estar la toma a la que los magnetoscopios no llegaban. Añadiendo más máquinas se disminuye la posibilidad, o la frecuencia, de los colapsos.

Todos los sistemas de edición no lineal han hecho frente a los problemas de colapsos. Estos problemas disminuyen según mejora el tiempo de acceso de las diferentes generaciones de sistemas. Si una toma o segmento de la lista no se puede buscar a tiempo -no está disponible cuando se necesita-, la toma no puede ser reproducida. Como resultado, la secuencia no se puede ver entera. Los sistemas no lineales basados en cinta o en videodisco disponían del mismo material en varios reproductores, pero cuando las duraciones de las tomas sucesivas eran cortas, podía haber muchos problemas de este tipo, que están casi superados en los sistemas actuales basados en disco magnético. En general todos los equipos utilizan un software que controla anticipadamente las posiciones de la lista que se van a necesitar, y gestiona la forma en que sea posible la reproducción de la secuencia completa sin problemas.

La segunda generación de sistemas de edición no lineal utilizaba videodiscos o laserdiscs. Se intentaba eliminar los problemas de tiempo de acceso a las imágenes, así como los colapsos inherentes a los sistemas basados en cinta. Los fabricantes decidieron utilizar las mejoras que proporcionaba la tecnología del laserdisc. La imagen no se deteriora en los discos ópticos, a diferencia de la cinta de vídeo, y todos los sistemas existentes proporcionaban acceso aleatorio con tiempos de acceso que variaban desde 900 milisegundos hasta un máximo de dos segundos.

Los sistemas no lineales basados en videodisco compartían muchas de las características de la generación de sistemas basados en cinta. De la misma forma que se lograba una edición no lineal mediante la utilización de múltiples magnetoscopios, esta segunda generación proporcionaba acceso aleatorio disponiendo del mismo material en múltiples discos ópticos de vídeo, que ofrecían un rápido acceso al material.

Antes de la incorporación del laserdisc, los sistemas de edición no lineal no tenían la posibilidad de reproducir imágenes a velocidad distinta de la normal. Con los discos CAV, los editores podían utilizar velocidad lenta, rápida, congelación de imágenes y movimiento inverso. En lo referente a la calidad de la imagen, los discos ópticos ofrecen mejor calidad que las cintas de video, y debido a la diferencia del sistema, se implementaron herramientas para trabajar con las pistas de audio bastante potentes respecto a sistemas anteriores. Por otro lado, la utilización de la línea de tiempos comenzó con la segunda generación, y constituyó un avance muy importante en la interacción visual del usuario con el sistema, habiéndose llevado luego a equipos posteriores. La generación basada en laserdisc aportó nuevas prestaciones que permitían nuevos enfoques del trabajo.

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